abril 25, 2024

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Repsol construye una planta de biocombustibles avanzados en España


El presidente de Repsol, Antonio Brufau, asistió el 7 de marzo a la presentación del inicio de las obras de construcción de la primera planta de biocombustibles avanzados de España en la refinería de Cartagena de la compañía. En el acto estuvo acompañado por el Director del complejo industrial, Antonio Mestre, y por el Presidente de la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia, Fernando López Miras, el Delegado del Gobierno Nacional en la Región de Murcia, José Vélez , la alcaldesa de Cartagena, Noelia Arroyo, y otros representantes de las autoridades regionales y locales y entidades empresariales. Luego de conocer los detalles del proyecto, ingresaron a la refinería para visitar el área donde se instalará la planta de hidrotratamiento.

Repsol, en línea con su ambición de convertirse en una empresa cero emisiones netas en 2050, invertirá 200 millones de euros en este proyecto que permitirá suministrar 250.000 toneladas anuales de biocombustibles avanzados, como biodiésel, biojet, bionafta y biopropano a utilizarse en aviones, camiones o automóviles sin necesidad de modificaciones de los motores existentes. Estos ecocombustibles se producirán a partir de residuos y su uso contribuirá a reducir 900.000 toneladas de CO2 por año.

El presidente de Repsol aseguró que “con este proyecto, Cartagena se va a consolidar como un centro de suministro de productos fundamentales para el presente y para el futuro, y un ejemplo de la apuesta de Repsol por la movilidad sostenible”. Antonio Brufau ha destacado la importancia de apostar por la neutralidad tecnológica para poder avanzar hacia el objetivo de alcanzar cero emisiones netas en 2050. Ha hecho un llamamiento a las administraciones públicas para crear «una regulación habilitante, facilitadora, flexible y no excluyente» que permita el desarrollo de proyectos de futuro, ya que sólo así “estaremos protegiendo nuestra economía, industria y empleo”.

Por su parte, el presidente del Gobierno Regional, Fernando López Miras, ha señalado que “Repsol representa una apuesta por el progreso, el desarrollo y la sostenibilidad. Cartagena y Repsol han crecido de la mano, hasta un punto que no es posible entender la desarrollo de Escombreras y su conversión en un hub energético mundial sin Repsol. Y ahora, añadimos la buena noticia de la construcción de la primera planta de biocombustibles avanzados en España, una planta de última generación que es un magnífico ejemplo de la llamada economía circular”.

El Delegado del Gobierno de la Nación en la Región de Murcia, José Vélez, ha señalado que “con la construcción de esta primera planta de biocombustibles avanzados, Repsol volverá a ser una de las grandes empresas de la región, canalizando empleo de calidad y potentes inversiones, colocando a la región a la vanguardia del desarrollo tecnológico”.

La alcaldesa de Cartagena, Noelia Arroyo, considera que “lo que hoy comienza es otra gran apuesta industrial de Repsol en Cartagena, por la inversión que supone, por el empleo que genera y por la actividad que aportará al Valle de Escombreras”. Además, destacó que “ejemplifica la aplicación industrial de las investigaciones más vanguardistas en la generación de combustibles a través del reciclaje”.

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Sobre el proyecto, el director de la refinería de Repsol en Cartagena, Antonio Mestre, destacó que la nueva planta «es un ejemplo tangible de economía circular que nos permitirá ofrecer soluciones de movilidad sostenible a todos los sectores de la sociedad, y es un paso importante en la transformación del complejo industrial como hub multienergético”.

Economía circular, pilar estratégico para la descarbonización del transporte

Repsol lleva más de dos décadas incorporando biocombustibles a sus carburantes de automoción. Ahora la compañía da un paso más y, utilizando la economía circular como herramienta, producirá biocombustibles avanzados a partir de distintos tipos de residuos de la industria agroalimentaria y otros, como los aceites de cocina usados. De esta forma, Repsol dará una segunda vida a residuos que, de otro modo, irían a parar a un vertedero, transformándolos en productos de alto valor añadido.

Estos biocombustibles avanzados son una solución sostenible para todos los segmentos de la movilidad, especialmente para aquellos que no tienen otra alternativa para descarbonizar su actividad, como el transporte marítimo, de larga distancia o aéreo. Pueden reducir el CO neto2 las emisiones entre un 65 y un 85 por ciento en comparación con los combustibles tradicionales a los que reemplazan.

Repsol apuesta por la economía circular, como uno de sus pilares estratégicos, para fabricar productos con una huella de carbono baja, nula o incluso negativa. El objetivo de Repsol es utilizar tres millones de toneladas de residuos al año para producir 2 millones de toneladas de combustibles bajos en carbono en 2030, que mitigarán más de siete millones de toneladas de CO2 por año.

Avances en las obras de construcción

El proyecto se desarrolla en cuatro áreas diferenciadas que abarcan una superficie de 41.500 m2. Tres de ellos estarán ubicados dentro de la refinería y correspondientes a la unidad de hidrotratamiento, la unidad de producción de hidrógeno y el área de tanques de almacenamiento de biocombustibles. La cuarta zona estará ubicada en las instalaciones de la Autoridad Portuaria de Cartagena donde opera Repsol. Esta zona estará dotada de las infraestructuras necesarias para el almacenamiento de 300.000 toneladas de diferentes tipos de residuos que llegarán por vía marítima y el posterior suministro a los mercados nacionales o de exportación.

Tras los trabajos previos de desmantelamiento de las instalaciones en desuso en el interior de la refinería para albergar las nuevas unidades -incluyendo la retirada de 53.000 m3 de terreno-, los trabajos se centran actualmente en la obra civil. En concreto, ya se ha comenzado a trabajar en la construcción de los depósitos que almacenarán los biocombustibles avanzados. En las áreas donde se ubicarán las plantas de hidrotratamiento e hidrógeno, ya se encuentran en ejecución las obras civiles relacionadas con la instalación de estructuras de concreto y la colocación de racks para los ductos por donde se transportarán las materias primas y los biocombustibles avanzados.

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En las obras de construcción participarán 240 empresas auxiliares y 1.000 personas

La ampliación de las instalaciones de la refinería de Cartagena para permitir la construcción de la nueva planta de biocombustibles avanzados, dotada con la última tecnología, generará alrededor de 1.000 puestos de trabajo en las distintas fases del proyecto y la implicación de 240 empresas auxiliares , de los cuales el 21 por ciento será local, el 25 por ciento regional, el 42 por ciento nacional y el 12 por ciento internacional.

Actualmente, más de 25 empresas contratistas y aproximadamente 300 personas ya se encuentran trabajando dentro de la refinería. Esta cifra aumentará hasta una media de 600 empleados, y se espera alcanzar el pico el próximo otoño con unos 800 trabajadores directos e indirectos.

Desde que se puso en marcha el proyecto, Repsol ha gastado más de 72 millones en los trabajos de ingeniería preliminar, puesta en marcha de equipos y mano de obra auxiliar de la empresa.

La refinería de Cartagena, un referente en Europa

La refinería de Cartagena es uno de los principales motores económicos y generadores de empleo de la Región de Murcia. Cerca de 900 personas altamente cualificadas trabajan en el complejo industrial en puestos de alta especialización. Además del empleo directo, la refinería genera alrededor de 400 puestos de trabajo a través de contratistas de forma recurrente, cifra que asciende a 2.000 para proyectos específicos.

Repsol ha invertido más de 456 millones en el complejo industrial de Cartagena en los últimos diez años. A esta cantidad hay que sumar el proyecto de ampliación de la refinería, inaugurado en 2012 por Su Majestad el Rey Felipe VI, entonces Príncipe Heredero, que supuso la mayor inversión industrial realizada en España, por valor de 3.200 millones de euros y que situó el complejo industrial a la altura tecnológica líder en su sector. La refinería de Cartagena es hoy un referente industrial y se encuentra entre las instalaciones más eficientes de Europa.

La planta industrial de Cartagena se enfrenta actualmente a una transformación que supondrá una evolución de sus procesos para convertirse en un hub multienergético capaz de producir multitud de productos con una huella de carbono baja, nula o incluso negativa. Para ello, Repsol aplicará todas las tecnologías disponibles, como el hidrógeno renovable, la economía circular y el CO2 captura y uso, y se basará en herramientas adicionales, incluida la digitalización y la eficiencia energética. Solo en 2021, durante los trabajos de mantenimiento de las unidades de lubricante y la última parada programada realizada en las áreas de conversión e hidrotratamiento, Repsol invirtió 31 millones de euros en proyectos para mejorar la eficiencia energética de sus instalaciones en Cartagena.

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Repsol, acelerando la transición energética

Las instituciones de la UE ya han trazado una hoja de ruta a través de una nueva directiva que establece que, en el sector del transporte, la cuota de las energías renovables en el consumo final de energía debe ser al menos del 14 por ciento para 2030. De ese porcentaje, para ese año al menos el 3,5 por ciento. deben ser biocombustibles avanzados. Además, en julio de 2021, la Comisión Europea publicó un nuevo paquete legislativo que propone aumentar el nivel de ambición de CO2 reducciones en 2030 y alinearlo con el objetivo de lograr la neutralidad climática en 2050. Este paquete, llamado Apto para 55 porque favorece la reducción de CO2 emisiones en la economía europea para alcanzar el 55 por ciento para 2030, se centra en la necesidad de aumentar la velocidad de descarbonización del sector del transporte. Entre otras medidas, incluye la iniciativa Re-fuelEU Aviation, que tiene como objetivo impulsar la oferta y demanda de combustibles de aviación sostenibles en la Unión Europea ̶ incluidos biocombustibles y biocombustibles avanzados ̶ alcanzando un uso del 2 por ciento en 2025, 5 por ciento en 2030 y 63 por ciento en 2050.

Por su parte, el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) español establece un objetivo aún más exigente del 28 por ciento de energía renovable en el transporte para 2030. El PNIEC reconoce que los biocombustibles son la tecnología renovable más ampliamente disponible y utilizada actualmente en el transporte, especialmente en sectores como vehículos pesados, aviación y marítimo, donde la electrificación actualmente no es posible. Además, la Ley de Cambio Climático y Transición Energética, aprobada por el Congreso español en mayo de 2021, contiene un artículo dedicado a los combustibles alternativos sostenibles en el transporte, con especial énfasis en los biocombustibles avanzados y otros combustibles de origen no biológico.

Repsol está totalmente alineada con las iniciativas y apoya la consecución de estos objetivos con la construcción de la primera planta de biocombustibles avanzados en España y con otros varios proyectos que tiene en marcha. En concreto, la multienergética ha procesado por primera vez aceite de fritura en su refinería de A Coruña para hacer biodiésel, y en sus refinerías de Puertollano, Tarragona y Bilbao ha producido partidas de biojet que han permitido realizar los primeros vuelos elaborado con biocombustible producido en España a partir de residuos, junto con Iberia y Vueling. De esta forma, Repsol se adelanta al marco regulatorio y avanza con decisión en su objetivo de convertirse en una empresa neutra en carbono y ofrecer combustibles sostenibles a sectores difíciles de descarbonizar, como la aviación, el transporte de larga distancia y el transporte marítimo.